miércoles, 30 de noviembre de 2011

EDITORIAL NOVIEMBRE

Un Gobierno que de a pocos se está desmarcando de lo que planteó,    siendo candidato el mandatario prometió y ofreció muchas cosas, especialmente en los temas medioambientales, mineros y lucha contra    la  corrupción
temas sensibles para la gente del interior del país; pero estando en el poder está alentando lo que antes atacaba. La gestión de este gobierno es muy parecida a la de Alejandro Toledo, los mismos problemas, gente improvisada, copamiento de cargos por familiares y amigos, no tiene equipo técnico propio, hay mucha pluralidad de opiniones que reflejan por momentos una anarquía. Estos primeros 100 días de  gobierno la puntuación es aprobatoria, pero muchas provincias se están “calentando” ya han empezado las protestas sociales en diversos lugares donde hay proyectos mineros y le van a pasar la factura al gobierno.
La imagen que da la familia presidencia a los peruanos es a todas luces muy positiva, vemos una familia muy unida, como pocas veces se ha visto, en las tareas del hogar y de gobierno. Siempre participando en pareja en todas las actividades públicas y privadas. Es una buena señal ante tanta desintegración y ruptura familiar que aqueja a la sociedad peruana. El papel  que esta asumiendo la primera dama es distinto a lo tradicional, que era solo decorativo,  está ejerciendo un protagonismo de una mujer del nuevo siglo, y  eso ha generado críticas de soterrado  machismo.

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