TRANSPORTE PÚBLICO EN CRISIS
Los que nos movilizamos diariamente por diferentes zonas del Callao y Lima Metropolitana, sufrimos una serie de inconvenientes, abusos, malestar, incomodidad y desorden del transporte público. Algunos pasajeros por la necesidad ya se han acostumbrado y aceptan esta situación percibiéndolo como algo completamente normal. Este caos e ineficiente servicio del transporte está en el no cumplimento de las rutas establecidas, los pasajeros son movilizados peor que animales, el trato al pasajero es casi carcelario y vehículos que no están diseñados para el transporte masivo de las grandes urbes. Precisamos que esto se percibe con las camionetas rurales, llamadas “COMBIS”. Por ejemplo la ruta Pacasmayo, Tomas Valle, Faucett, La Marina, Pershing Ejército, Benavides y La Molina. Abordar las líneas que prestan esta ruta en horas punta es toda una odisea y una experiencia tétrica. Así como la ruta Brasil, La Marina, Faucett, Tomas Valle, Angélica Gamarra, Panamericana Norte, Izaguirre, Túpac Amaru con dirección al cono norte. Estas camionetas rurales nunca cumplen su ruta, ni de ida ni de vuelta, perjudicando al usuario. Las personas que prestan estos servicios en la mayoría de los casos son gente mal educada, tosca, grosera, desaseada e impresentable. En muchos casos el nombre de empresa de transporte es un puro formalismo, ya que en la práctica hay un informalismo e ineficiencia que peligrosamente se ha hecho costumbre en el cono norte del Callao.
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