miércoles, 1 de agosto de 2012

MEMORIA  VS. INTERNET
La semana pasada leí un artículo en el diario El Tiempo, de Colombia, tomado a su vez de La Nación, de Argentina, del cual me permito sacar unos extractos porque me pareció realmente interesante. En él hay una explicación sobre por qué el internet está cambiando la forma en que funciona el cerebro humano, y aclara que si bien las nuevas tecnologías no atrofian nuestras funciones intelectuales, sí las modifican.

Como primer ejemplo se cita que antes recordábamos con facilidad muchísimos números telefónicos, pero ahora encontramos nuestro propio número agendado en el celular. Esto, porque las formas de procesamiento que eran habituales en generaciones anteriores se alteran; es decir, si en el pasado el procesamiento de la información era más lineal, actualmente es en paralelo, por eso una persona puede mantener al mismo tiempo varias conversaciones a través de Twitter, SMS y chat, sin inconvenientes.

La ortografía y escritura también se están alterando, y esto se evidencia cuando se observa cómo escriben los más jóvenes. Ello no quiere decir que estén mermando las capacidades lingüísticas, simplemente hay un cambio comparado con el pasado. Nosotros aprendimos acumulando datos y lo valioso era saber muchas cosas; hoy los datos están accesibles todo el tiempo, de modo tal que ya no es un valor para el cerebro el acumular información. Por eso es indispensable cambiar el sistema educativo, que está prácticamente obsoleto.

En el caso específico de Facebook, se sometió a dos grupos a diversas pruebas de memoria y lenguaje. Las personas que llevaban usando esa red social por más de 12 meses tuvieron mejores resultados que aquellos que la usaban desde hacía menos de un año. Eso porque redes sociales como Facebook facilitan la memoria operativa ya que nos permiten interrelacionar situaciones, mientras que Twitter, por sus características de instantaneidad y linealidad, pone al cerebro en contacto con infinidad de personas que discuten una misma información.

Cuando las personas confían en tener acceso futuro a la información tienen menor recuerdo de los datos, pero mayor de la fuente de esa información.

El estudio asegura que Internet se ha convertido en una memoria externa a la que se puede acceder a voluntad del usuario y al que la memoria humana se está adaptando. Este alejamiento de la memorización puede ayudar a la gente a mejorar su comprensión, porque la memoria es mucho más que la memorización, y ello nos permite liberar más espacio en nuestros cerebros para procesar información. No es que el cerebro deje de trabajar, sino que lo hace de otra manera
                                                             Autora: Verónica Becerra

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