EL DIRECTOR
La figura de este gobierno cada vez se viene desdibujando ante la gran masa de la población nacional, debido a su cambio de discurso y práctica política, está trabajando para contentar otros intereses, esto es percibido claramente.
El gobierno se ha quitado la careta, se ha mostrado tal como es, una mezcla de autoritarismo y tufillo militarista, la forma como “soluciona” los conflictos sociales es una muestra de ello, acudiendo a la represión y queriendo imponer a la fuerza proyectos que atentan contra la vida de comunidades del interior del país. El estilo de gobierno está causando aplausos desde la tribuna de los grandes grupos empresariales, al poner “mano dura” ante las protestas sociales. La declaración de estado de emergencia en Cajamarca es una muestra de ello. Este gobierno se ha manchado las manos de sangre con la muerte de un poblador de la provincia de Cañete, la protesta fue por querer imponer la creación de otro penal en dicha ciudad.
El pueblo que lo llevó a la “casa de Pizarro”, está perdiendo la esperanza y la paciencia, porque no hay ningún cambio a la vista. Los grupos progresistas que lo apoyaron están alejándose. Finalmente está realizando un gobierno similar y hasta peor que los anteriores.
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