MITOS Y VERDADES SOBRE LA MINERÍA
La minería es una de las actividades más antiguas de la humanidad. Casi desde el principio de la edad de piedra, hace 2,5 millones de años o más, ha venido siendo la principal fuente de materiales para la fabricación de herramientas. Se puede decir que la minería surgió cuando los predecesores de los seres humanos empezaron a recuperar determinados tipos de rocas para tallarlas y fabricar herramientas. Al principio, la minería implicaba simplemente la actividad, muy rudimentaria, de desenterrar el sílex u otras rocas. A medida que se vaciaban los yacimientos de la superficie, las excavaciones se hacían más profundas, hasta que empezó la minería subterránea, las que propiamente se abren en zonas con yacimientos minerales prometedores.
Los métodos de minería se dividen en cuatro tipos básicos. En primer lugar, los materiales se pueden obtener en minas de superficie, explotaciones a cielo abierto u otras excavaciones abiertas (canteras). Este grupo incluye la inmensa mayoría de las minas de todo el mundo. En segundo lugar, están las minas subterráneas, a las que se accede a través de galerías o túneles. El tercer método es la recuperación de minerales y combustibles a través de pozos de perforación. Por último, está la minería submarina o dragado, que próximamente podría extenderse a la minería profunda de los océanos.
Por lo general, la minería tiene como fin obtener minerales o combustibles. Un mineral puede definirse como una sustancia de origen natural con una composición química definida y unas propiedades predecibles y constantes. Los combustibles más importantes son los hidrocarburos sólidos, que, por lo general, no se definen como minerales.
El Perú desarrolla la actividad minera desde tiempos inmemoriales, ya las culturas y reinos del norte; especialmente los Chimú; eran especialistas trabajando los metales. En los tiempos del virreinato, los centros mineros más grandes de América estaban en Potosí y Huancavelica, desde donde extraían la plata y el mercurio. Estas minas trajeron riqueza y abundancia para España, pero muerte y miseria para los peruanos de ese entonces, porque “trabajar” en una mina era en sí una condena a muerte. La mita minera era un trabajo forzado a los que se les sometía a los indígenas peruanos, estos eran realizados en condiciones infrahumanas.
Nuestra gran geografía guarda ingentes cantidades de mineral, es decir la presencia de la Cordillera de los andes es una fuente inagotable de recursos geológicos, estos recursos en los tiempos republicanos han sido explotados irracionalmente, desplazando y marginando a muchas comunidades andinas. Siempre los grandes beneficiados han sido la gran empresa privada, dejando unos “centavos” al estado.
Actualmente el sector minero es el principal contribuyente en cuanto a impuestos y contribuciones sobre la renta y uno de los principales en cuanto a la recaudación fiscal total. Cada región donde hay actividades mineras recibe un canon. El Canon Minero es la participación a que tienen derecho los gobiernos regionales, los gobiernos locales y universidades públicas sobre los ingresos y rentas que obtiene el Estado por la explotación de los recursos mineros en determinadas jurisdicciones departamentales
La minería contribuye con el 70 % de la recaudación fiscal con el que se financian las planillas estatales, ejecución de obras y los programas sociales, es decir de los impuestos de la minería se paga a los empleados públicos de los diferentes sectores, además de los programas como: vaso de leche, juntos y otros. ¿Qué pasaría sino hubiera minería? Con nuestros impuestos directos (personas naturales) no cubriría ese “hueco” fiscal. Por otro lado muchos proyectos mineros acabarán en cinco años y el estado dejará de percibir ingresos y no podrá cumplir con sus obligaciones generando una crisis social. Además se afectará el mercado productivo y por ende la economía. La minería moderna debe ser una minería con responsabilidad social, una mina que minimice el impacto y contaminación ambiental, además que proteja los recursos hídricos. Un porcentaje de Los ingresos del canon minero deben ser otorgados directamente a los pobladores de las comunidades para que “sientan” los beneficios de la explotación minera.
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